Colgar el televisor en la pared no sólo ofrece comodidad, también amplitud, ya que ganas espacio.
De todos modos, puede que te interese hacerlo por la sensación de limpieza y lo espectacular que resulta.
¿Cuál es el soporte idóneo y qué debes tener en cuenta?
Y lo que es más importante: ¿cómo instalar el soporte de TV?
Te lo explicamos…
El estándar VESA
VESA o Video Electronics Standars Association es la encargada de definir una serie de normas fijas para el montaje de televisores y otros productos de electrónica a la pared o techo.
Si te fijas en la trasera de los televisores podrás ver cuatro orificios, estos te permiten poner un soporte para luego colgar la tele en la pared.
Es lo que se conoce como FDMI (Flat Display Mounting Interface o interfaz de montaje de dispositivo plano).
Según la diagonal de la pantalla, se usa un patrón u otro. Estos patrones, estándar para toda la industria, se definen según la distancia entre orificios tanto en vertical como horizontal, de modo que los fabricantes de accesorios pueden hacer soportes para cualquier marca de televisor.
Los más usados son: 100×100, 200×100, 200×200, 400×200, 500×400 y 600×400.
Esa separación te indica qué tipo de soporte de pared es el que debes adquirir.
Sin embargo, hay tantas opciones en el mercado que es mejor ver con calma todo lo que debes saber para colgar con éxito tu tele en la pared.
Cómo elegir el soporte adecuado
Ya tienes tu nueva y flamante tele en casa o simplemente has decidido que llegó la hora de colgar tu “viejo” televisor en la pared, así que manos a la obra.
Hacerlo no es nada complicado. Sin embargo, requiere una serie de consideraciones, si no quieres que acabe en tragedia.
¿Qué tipo de soporte elijo?
Es lo primero que tienes qué preguntarte. Aquí es importante que sepas si necesitas un soporte sencillo, que sólo cuelgue la tele a la pared, o si por el contrario, necesitas inclinación, movilidad o giro.
SOPORTES FIJOS
Los soportes fijos son los más sencillos. Estos permiten poner tu tele en la pared a modo de cuadro, no hay más opciones.
El televisor quedará completamente sujeto y no podrás hacer nada, ni orientarlo hacia un punto concreto ni tampoco inclinarlo.
Su uso es recomendado, si vas a poner la tele a la altura de los ojos, cuando estás sentado.
SOPORTES INCLINABLES
Los soportes inclinables son la segunda variable. Idénticos a los anteriores, la diferencia está en que permiten inclinar la pantalla, a veces sólo hacia abajo y otras tanto hacia arriba como abajo.
¿Por qué necesitas un soporte inclinable? Pues muy sencillo, para evitar que un excesivo ángulo de visión oscurezca la pantalla.
La idea es que la línea visual entre tus ojos y la pantalla sea perpendicular a la misma. Así que si pones la tele a cierta altura necesitarás que permita esa inclinación.
SOPORTES CON BRAZOS
Los soportes con brazos añaden uno o dos brazos, que permiten separar el televisor de la pared y así girarlos para visualizar la imagen de forma correcta o colocarlos en lugares más complicados, como en una esquina de la habitación.
Según la longitud del brazo o brazos, tendrás más o menos opciones. Pero ojo, es importante que tengas en cuenta el tamaño y peso máximos que permite.
DIAGONAL DE PANTALLA Y PESO
Como te comentaba antes, a la hora de elegir el soporte idóneo para tu tele requieres tener en cuenta, si necesitas o no que sea móvil y/o inclinable. Pero cuidado, porque luego está el tema del tamaño de pantalla y peso.
Que podamos usar un soporte pensado para un televisor de 40” en uno de 24” no significa que podamos hacer lo mismo al contrario, incluso si la cogida o soporte VESA es compatible.
Me explico, cada soporte, está pensado para sujetar un peso determinado. Es por ello que si vas a colgar una pantalla de 24” en la cocina su soporte será diferente al de una de 55”.
¿El motivo? El sistema de puntos de sujeción a la pared ha de ser adecuado al peso.
Así que fíjate bien en el peso máximo que soporta y con hasta cuántas pulgadas puede usarse. Esos datos tendrán que ser acordes a las características de tu tele.